SISTEMA DIGESTIVO Y EMOCIONES
Sistema digestivo y emociones
¿Alguna vez has escuchado las frases: “tengo un nudo en el estómago “, “cuando estoy nerviosa, voy mucho al baño” “si estoy de viaje, padezco estreñimiento”?
Bien, pues no es casualidad que situaciones de estrés puedan generar síntomas en nuestra barriga o viceversa, que el estado de nuestro sistema digestivo pueda contribuir a generar un estado de estrés crónico, incluso depresión o ansiedad.
Esto ocurre porque contamos con un eje que conecta nuestro intestino y cerebro.
Está conexión se debe a la presencia de millones de neuronas en el tubo digestivo, que están en constante comunicación con el cerebro gracias a unos “mensajeros” llamados neurotransmisores (serotonina, dopamina y gaba.)
Para resaltar la importancia de estos mensajeros, te diré que en torno al 80% de la fabricación de serotonina se genera en el intestino, así como el 60% de la dopamina.
Buenos niveles de serotonina, nos aportarán bienestar, buen humor, calma, menor percepción de dolor, regulación de sueño, temperatura corporal adecuada, sensación de hambre, felicidad… mientras que los niveles óptimos de dopamina nos aportarán placer, motivación, memoria, facilidad en el aprendizaje, sueño de calidad, actividad motora…
Por lo tanto, cobra vital importancia atender síntomas tan comunes como diarrea/estreñimiento, dolor de barriga, hinchazón, gases, distensión, digestiones lentas y pesadas… son signos de inflamación, lo que provocará que se produzca una reducción en los niveles de serotonina y dopamina. O lo que es lo mismo, una percepción emocional alterada.
Cuando nuestro tubo digestivo está inflamado, también se altera la microbiota y por lo tanto la barrera intestinal.
Cuando aumenta la permeabilidad de esta barrera, algunas toxinas del intestino pueden pasar a la circulación sanguínea sistémica, y esto provocar una señal de alerta e inflamación a nivel del sistema nervioso central (cerebro)
Por lo tanto, va a ser muy importante evaluar tu estilo de vida teniendo en cuenta el descanso, la alimentación, la frecuencia de ingestas, la exposición a luz natural, calidad de la microbiota , actividad física …para obtener las claves de mejora del eje intestino-cerebro y de esta manera conseguir un estado de equilibrio y bienestar para disfrutar del día a día.
Si te has sentido identificad@, me encantaría conocer tu caso en profundidad y ponernos manos a la obra junt@s !